Giant Microbes Vaca Loca (Peluche)

Generalmente se cree que la enfermedad de las vacas locas o encefalopatía espongiforme bovina (EEB), identificada por primera vez en Gran Bretaña a mediados de la década de 1980, es el trabajo de partículas infecciosas proteínicas o priones. Estas cadenas de aminoácidos inanimadas (que son mucho más pequeñas que las bacterias o los virus, y no se destruyen con una cocción completa) normalmente se retuercen como pretzels en una forma particular. Según la teoría, pueden volverse un poco locos y torcerse de manera incorrecta. Proteínas similares siguen a la manada, también se vuelven locas y se congelan en largos bastones que finalmente inhiben la función cerebral. (Otras enfermedades priónicas incluyen la enfermedad de las ovejas; el Kuru, que alguna vez se encontró en los caníbales de Papúa-Nueva Guinea; y la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, una variante de la cual se cree que es la vaca loca en los humanos).

Aunque los priones de las vacas locas se encuentran típicamente en el cerebro y los tejidos espinales, y se cree que son transmisibles principalmente por consumo directo, incluso las vacas y los humanos sin predilección por consumir tejidos nerviosos están en riesgo: en las plantas de procesamiento, estos materiales pueden terminar en ambos el alimento del ganado y su solomillo. (De hecho, se atribuye la propagación de priones ovinos a la población bovina al pienso contaminado con tejido ovino infectado con tembladera).

Con un período de latencia de hasta décadas, sin cura, sin tratamiento y sin posibilidad de recuperación, la preocupación por la EEB no es un toro. Sin embargo, el riesgo de infección es extremadamente bajo. Se están haciendo grandes esfuerzos para prevenir la propagación de las vacas locas, incluida la implementación de estrictas regulaciones de alimentación animal y estándares de procesamiento. Así que los que comen carne no están locos por seguir comiendo, aunque eso puede hacer que las vacas se enojen aún más …