Mycoplasma genitalium es una ETS emergente, ocupando el segundo lugar después de la clamidia en prevalencia. Más de uno de cada 100 adultos puede ser portador de este microbio. Hay alrededor de 200 tipos de bacterias micoplasmas y la mayoría son inofensivas. Sin embargo, es posible que tenga que preocuparse por Mycoplasma genitalium. Las infecciones pueden provocar problemas de salud graves, como uretritis, cervicitis y enfermedades inflamatorias pélvicas.
El micoplasma se identificó por primera vez en la década de 1980 como una enfermedad de transmisión sexual, pero sigue siendo mucho menos conocida que otras ETS. Incluso los profesionales médicos y los funcionarios de salud pública pueden no estar familiarizados con este microbio. Sin embargo, está muy extendido y no debe ignorarse. Los signos de infección por micoplasma pueden incluir dolor, secreción y sangrado. Pero puede ser muy difícil de diagnosticar, ya que los síntomas pueden ser inespecíficos o inexistentes. Los hombres con inflamación de la uretra u otros síntomas de uretritis deben someterse a pruebas de micoplasma. Las mujeres con inflamación persistente del cuello uterino u otros síntomas de cervicitis también pueden estar infectadas.
El tratamiento es otro desafío ya que el micoplasma con frecuencia es resistente a los antibióticos que se usan comúnmente para las ETS. Las pruebas para detectar esta bacteria pueden ser engorrosas y llevar mucho tiempo. Una clave para optimizar el tratamiento es aumentar la conciencia. Dado que es posible que los médicos no sepan mucho sobre el micoplasma y su papel en las infecciones, pueden recetar un antibiótico para una ETS diferente. Los profesionales de la salud deben considerar el micoplasma y tratar a los pacientes según los signos, síntomas y la eliminación de otras causas conocidas de ciertas infecciones. El micoplasma bien podría ser el culpable en casos de uretritis, cervicitis y enfermedad inflamatoria pélvica persistentes o recurrentes. Como ocurre con todas las ETS, el conocimiento y la prevención son fundamentales. Aprender algo sobre el pequeño y desagradable Mycoplasma genitalium debería ayudar a todos a actuar de manera más segura e inteligente.