¡La biología celular y los orgánulos nunca han sido tan emocionantes, atractivos y adorables! Esta colorida mitocondria de felpa representa la potencia de todos los animales, plantas, hongos y otras formas de vida eucariotas. Mientras que las mitocondrias reales combinan el oxígeno con los alimentos para generar energía para que las células se muevan, se dividan y vivan, ¡estos microbios GIGANTES aportarán diversión real a tu aprendizaje! Incluye una tarjeta de información educativa.
Las mitocondrias, la fuente de energía de la célula, combinan el oxígeno con los alimentos para generar energía para que las células se muevan, se dividan y vivan. Estos orgánulos alimentan las células de animales, plantas, hongos y otras formas de vida eucariotas. Las mitocondrias pueden ser esféricas, ovoides, ramificadas e incluso cambiar de forma. Algunas células tienen solo una mitocondria, pero la mayoría tiene muchas. Las células con mucha actividad metabólica, como las células del hígado, pueden tener miles.
Las mitocondrias tienen membranas externas lisas y membranas internas dobladas con proyecciones tubulares llamadas crestas. Están llenos de agua y proteínas. Las mitocondrias también contienen ADN y ribosomas llenos de ARN. El ADN mitocondrial, o ADNmt, representa una pequeña porción del ADN total de nuestro cuerpo, pero es notablemente distinto del ADN en el núcleo. A diferencia del ADN nuclear, que proviene de ambos padres, el ADN mitocondrial se transmite a usted solo de su madre. Dado que esta parte única de su genoma proviene de su óvulo, se puede utilizar para establecer lazos familiares maternos.
Las mitocondrias son maravillosas, pero la mayoría de los organismos no las tienen. Los seres vivos se dividen en eucariotas y procariotas, a excepción de los virus. Los eucariotas (animales, plantas, hongos y protistas) tienen células con mitocondrias y núcleos con ADN. Los procariotas (bacterias y arqueas) son microbios unicelulares sin mitocondrias ni otros orgánulos además de los ribosomas. Cuando la vida comenzó hace 3.500 millones de años, los procariotas dominaban nuestro planeta. Después de otros 1.500 millones de años más o menos, la vida se volvió complicada y diversa.
Una teoría notable, llamada endosimbiosis, sostiene que los primeros eucariotas engullían células procariotas más pequeñas y de vida libre, que luego se convirtieron en mitocondrias y otros orgánulos dentro de células más complejas. Estos microbios establecieron una relación de beneficio mutuo y se encaminaron por el camino evolutivo para convertirse en amebas, osos de agua, lagartijas, aves y seres humanos. Así que gracias a las mitocondrias, ¡gracias por el poder de hacernos quienes somos hoy!