La herida por quemadura es un tipo de lesión traumática frecuente, que causa considerable morbilidad y mortalidad en nuestro medio. Al mismo tiempo, las quemaduras representan una las lesiones traumáticas de mayor impacto económico, debido a que requieren de largas hospitalizaciones y terapias de rehabilitación y un costoso tratamiento de las heridas y de sus secuelas, sin dejar de lado el gran impacto emocional que produce en el paciente que se ha quemado.
En las últimas décadas han ocurrido significativas mejoras de los resultados clínicos de los grandes quemados, lo que refleja principalmente el progreso del cuidado crítico, la introducción de mejores protocolos de resucitación con volumen, la precoz escarectomía y la cobertura de la quemadura, acompañados
de un mejor manejo ventilatorio, control de infecciones y manejo antimicrobiano y de las nuevas terapias para la modulación de la respuesta metabólica e inflamatoria. Tales avances en la atención médica de estos pacientes han permitido que la mayoría de ellos actualmente –excluyendo a los de edades muy extremas– sobrevivan si son tratados en una UCI de quemados especializada y moderna. El manejo de los grandes quemados ha ido cambiando aceleradamente en el último siglo.
SEBASTIÁN UGARTE U. MÉDICO INTENSIVISTA. JEFE CENTRO PACIENTES CRÍTICOS CLÍNICA INDISA. DIRECTOR DEL PROGRAMA DE MEDICINA INTENSIVA DEL ADULTO.
UNIVERSIDAD ANDRÉS BELLO
JORGE VILLEGAS C. CIRUJANO PLÁSTICO. CLÍNICA INDISA
MARÍA LUISA MAROCCO. MÉDICA INTENSIVISTA. JEFA INTERMEDIO MÉDICO CLÍNICA INDISA. DOCENTE DEL PROGRAMA DE MEDICINA INTENSIVA DEL ADULTO.
UNIVERSIDAD ANDRÉS BELLO