El acróbata, el bailarín, el deportista, te dejan con la boca abierta delante de sus exhibiciones. Guiando el cuerpo con maestría, expresan las emociones más escondidas con facilidad sin que adviertas la fatiga. Se superan a sí mismos realizando gestos considerados imposibles. Lo que fascina es la capacidad que tienen para controlar el movimiento, de transformarlo en estupor, en arte, en un nuevo récord.
El movimiento humano no es sólo el resultado de la fuerza o de la capacidad de resistir. No se limita a la tensión del músculo o al esfuerzo de la estructura. Más bien, en primer lugar, es la elaboración del cerebro, una decisión personal, una expresión de la inteligencia motora, que se manifiestan a través de la mejor sinergia, el equilibrio perfecto y la actitud más funcional.
Este libro ayuda a descubrir los mecanismos con los cuales el sistema nervioso, mediante las estructuras centrales y periféricas, aprende con el movimiento y lo gobierna; las experiencias motoras que propone para implementar sus potencialidades, la educación a través de la percepción, la propiocepción y el control postural.
El texto profundiza en los aspectos neurofisiológicos que regulan el movimiento, explorando el estado del arte y examinando las metodologías más interesantes, incluso en el ámbito tecnológico.
Sobre esta base, se proponen secuencias didácticas (450 ejercicios ilustrados) con objetivos específicos de percepción, propiocepción y control postural a través de una gama de propuestas intermedias que involucran las capacidades motoras, con el fin de reeducar o entrenar la movilidad articular, la estabilidad y la fuerza sin prescindir del control neuromotor o postural. Son ejemplos ricos de variables de ejecución, frecuentemente transferibles a las acciones cotidianas o deportivas.
El volumen se enriquece con una sección de 49 videos que sirven para ejemplificar la ejecución de algunos movimientos y permiten probar en primera persona algunas experiencias perceptivas.