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El cerebro suave y arrugado de tres libras dentro de tu cabeza es tu mente, tu personalidad y el jefe de tu cuerpo. Desde hablar y ver, hasta pensar y recordar, su cerebro controla lo que hace. ¿Te imaginas 10 mil millones de neuronas enviando billones de mensajes cada minuto? ¡Ciertamente puedes porque tu cerebro te da una imaginación increíble! Pero el cerebro necesita mucha energía para hacer su trabajo, incluso solo para leer esta tarjeta. Utiliza el 25% de todos los nutrientes que consume y el 25% del oxígeno que respira. Constituyendo solo alrededor del 2% del peso de su cuerpo, para su tamaño, el cerebro usa diez veces más energía que la mayoría de las otras partes del cuerpo.
Después de muchos siglos de investigación y estudio, nuestro cerebro todavía no sabe mucho sobre sí mismo. El cerebro es la parte más complicada del cuerpo humano y quizás la estructura más asombrosa de todo el universo. Hemos aprendido algunas cosas sobre sus tres partes principales: en la parte superior está el cerebro para pensar, aprender y sentir; en la parte trasera está el cerebelo para mover el cuerpo; y debajo está el tallo cerebral para controlar la respiración y otros procesos automáticos.
No hay un solo lugar en el cerebro donde pienses y recuerdes. Estos procesos se distribuyen entre muchas partes y miles de millones de células nerviosas. Estas neuronas tienen extensiones con apariencia de araña llamadas dendritas y axones que se unen en las sinapsis. Pequeños pulsos eléctricos atraviesan esta red nerviosa y transportan información por el cerebro y el cuerpo. Si recuerda lo que está leyendo aquí, entonces su cerebro está haciendo un buen trabajo creando nuevos circuitos entre las células nerviosas.
El cerebro humano es lo más esperanzador que existe. Proporciona a las personas pensamientos, ideas y emociones originales. Tu cerebro te permite concentrarte, soñar despierto y aprender. Con él puedes escribir libros, crear música, correr una carrera y resolver problemas complejos. Así que agradece a tu cerebro por ser tan poderoso e inventivo, ¡y por hacerte quien eres!
