Tamaño original de 12,7 x 20,32 cms.
El término cáncer se aplica a más de 100 enfermedades diferentes, todas las cuales tienen dos cosas en común. Como resultado del daño genético, las células normales se vuelven cancerosas y pueden crecer de manera descontrolada. Además, estas células pueden invadir otros tejidos, alterando y destruyendo las estructuras y órganos que infiltran.
Como ocurre con la mayoría de los cánceres, el cáncer de vejiga se desarrolla debido a factores genéticos y de riesgo que incluyen una mala alimentación, tabaquismo, consumo excesivo de alcohol, exposición al sol y falta de ejercicio. Aunque los fundamentos del tratamiento (cirugía, radiación y quimioterapia) no han cambiado en muchos años, los avances en imágenes, diagnóstico y métodos sofisticados para administrar terapias han mejorado enormemente su efectividad. Además, ahora se están poniendo en práctica los avances en inmunoterapia. Como resultado, muchos de los que desarrollan cáncer tienen una probabilidad de recuperación mucho mayor en comparación con hace unas décadas.
El cáncer de vejiga es uno de los tipos de cáncer más prevalentes. Ocurre en hombres con más frecuencia que en mujeres y generalmente afecta a adultos mayores de 70 años, aunque puede ocurrir a cualquier edad. Este cáncer generalmente se desarrolla en las células uroteliales que recubren el interior de la vejiga. En raras ocasiones se forma en otras partes del tracto urinario. Los síntomas del cáncer de vejiga pueden incluir sangre en la orina, dolor al orinar, dolor pélvico o de espalda y micción frecuente.
Cuando se diagnostica temprano, el cáncer de vejiga es altamente tratable. Sin embargo, incluso cuando se trata en una etapa temprana, este cáncer puede reaparecer, por lo que las pruebas de seguimiento deben continuar durante años después del tratamiento.