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El dolor es algo en lo que no piensa mucho a menos que tenga algo. Si desarrolla cálculos renales, entonces el dolor podría ser lo único en lo que piensa. Estos depósitos duros, en forma de guijarros, están hechos de minerales y sales que se forman dentro de los riñones. Pueden formarse piedras cuando la orina se concentra, lo que permite que los minerales cristalicen. Los cálculos diminutos deben atravesar el tracto urinario por sí solos. Pero los más grandes pueden atascarse, bloqueando el flujo de orina y causando un dolor intenso. Más hombres que mujeres tienen cálculos renales, pero pueden ser igualmente dolorosos para todos.
El dolor de los cálculos renales, como cualquier dolor, es solo información percibida por el cerebro. Por supuesto, esta es información que preferiría no tener. Las piedras generalmente no causan daño permanente si se diagnostican temprano. Hay varios tipos que incluyen cálculos de ácido úrico, cálculos de estruvita, cálculos de cistina y los cálculos de calcio más comunes. Si se siente en las rocas con un dolor tan severo que no puede sentarse, no visite a un geólogo, consulte a su médico. También busque atención médica para los cálculos renales si tiene dificultad para orinar, sangre en la orina o dolor acompañado de náuseas o fiebre.
Los tratamientos pueden incluir nada más que analgésicos y mucha agua. Incluso hay una hierba para romper piedras llamada chanca piedra que algunos piensan que ayuda a disolver los cálculos renales rebeldes. Sin embargo, si el cálculo queda atrapado en el tracto urinario, la mejor opción puede ser la cirugía. Si leer esto te hace gritar de incomodidad, toma un vaso de agua y respira profundamente.